lunes, noviembre 20, 2006
Robertito "el chino" Calizo
Robertito "el chino" Calizo nació en el barrio de Flores en 1895. Hijo de un perro y de una jirafa, a temprana edad Robertito o Soretito, como le decían los amigos, aprendió a leer y a escribir. En 1910, a los 15 años de edad, Robertito, mientras tomabase un naranjú y bromeaba con sus amigotes, descubrió su verdadera vocación, taxista. Robertito soñaba con recorrer el mundo sobre su taxi. Pero para poder comprar un taxi necesitaba plata. Fue asi como Robertito comenzó a buscar empleos. El primer empleo lo consiguió de la mano de un ya muy viejo Waltimiro Jholyx contrabandista de órganos Yamaha. Lamentablemente en la primera operación en la que participó Robertito calló la policia y al grito de "Camine desacatao!" se lo llevaron preso. Le dieron una condena de 5 años. En la cárcel su sueño no se apagó, se empecinó por aprender oficios para ganar dinero y poder comprarse su propio taxi. Aprendió a hacer esculturas con fósforos, aprendió a tragarse el sable, pero lo que mejor le salía eran las sombras chinescas, sobre todo la del tipo que se lava los dientes con un pepino. Cinco años se escurrieron y en 1916 Robertito salió de la prisión munido con una infinidad de oficios para sobrevivir. Montó un pequeño espectáculo ambulante en la intersección de Corrientes y Florida. Allí mostrabale a la gente cómo en menos de 5 minutos podía armar un obelisco con fósforos, tragarse un sable y hacer la sombra del tipo que se lavaba los dientes con un pepino, todo esto mientras cantaba una opera y un caniche le mordía las piernas. Desafortunadamente este acto no satisfiso a la audiencia de aquella época y en poco tiempo Robertito se vió obligado a vender su puestito ambulante.Cegado por la rabia de haber perdido su puestito, cuentan las crónicas de la época que se metió en el bar de Don Caruso un miércoles y salió el jueves de la otra semana con una curda tremenda. Caminando a los tumbos por la calle, vió un auto estacionado. Luego de abrirle la puerta, desconectar la alarma, y hacerle un puente, Robertito se robó aquél auto y salió rajando escuchando un disco de pasta de los Pimpinela. Se dirigió al puerto y sin titubear se arrojó al agua con su auto, con la esperanza de llegar a Europa. No se sabe si pudo llegar o no a Europa. Se dice que en las nochecitas de verano si uno presta atención todavía se escucha el disco de los Pimpinela y algunos dicen que también se esucha cumbia villera. Así termina la historia de Robertito o Soretito como prefieran llamarlo. En la foto se lo ve con un grupo de amigos haciéndole una jodita al hijo del carnicero Chuan.Robertito! Siempre te recordaremos por lo boludo que fuiste!
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